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miércoles, 29 de diciembre de 2010

La Ley Innata de Extremoduro: primer movimiento; dulce Introducción al Caos




¿Cómo quieres que escriba una canción?
Si a tu lado no hay reivindicación.

La canción de que aquel tiempo no pasara, 
donde nunca pasa nada.

Una racha de viento nos visitó, 
y al árbol ni una rama se le agitó

La canción de aquel viento se parara, 


donde nunca pasa nada.








Un otoño el demonio se presentó, 
fue cuando el arbolito se deshojó.

La canción de aquel tiempo se atrasara 
donde nunca pasó nada.

Una racha de viento nos visitó, 
pero nuestra veleta ni se inmutó

La canción de aquel viento se parara, 
donde nunca pasa nada




Mientras tanto pasan las horas, 
sueño que despierto a su vera, 
me pregunto si estara sola 
y ando dentro de una hoguera.

¿Cómo quieres que escriba una canción? 
Si a tu lado he perdido la ambición.
La cancion de que el tiempo no pasara, 
donde nunca pasa nada




Se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas,
se paró el aguacero ahora somos flotando dos gotas,
agarrado un momento a la cola del viento me siento mejor,
me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor.

volar,,, volar!

Una racha de viento nos visitó, 
y a nosotros ni el pelo se nos movió.
La cancion de que el viento se parara, 
donde nunca pasa nada




Ya no queda una piedra en pie,
 porque que el viento lo derribó, 
no, no hay esa cancion.

Ya no queda nada de ayer, 
porque el viento se lo llevo,
 no, no hay esa canción.



martes, 28 de diciembre de 2010

Misfits

Las series inglesas pueden ser caracterizadas por dos cosas: su extraña estructura de muchas temporadas de pocos capítulos y cómo te sorprenden cuando tu cerebro mal acostumbrado a la basura de Hollywood se alegra de encontrar material novedoso y original. Uno de estos grandes descubrimientos es Misfits, serie inglesa y actual (la primera temporada es de 2009) con uno de los guiones más originales con los que me he topado nunca.
Y eso que el concepto parece a simple vista uno de los más trillados. Grupo de jóvenes adolescentes que reciben superpoderes tras una tormenta eléctrica... hasta aquí un tópico más que en manos yankees caería pronto en el repetitivo vómito del aburrimiento. Pero Misfits se desenvuelve de forma original y vibrante y sobre todo, poco correcta.



Un grupo de jóvenes descarriados, fruto de una sociedad descarnada, sin metas ni objetivos en la vida, terminan por un motivo u otro en el servicio comunitario de su ciudad para pagar las faltas que cometieron. Una tormenta eléctrica los hará víctimas de unos sorprendentes poderes que los harán únicos... o quizá no tanto, pues pronto descubrirán que la tormenta también ha afectado a un gran número de vecinos del barrio, entre ellos su agente del servicio comunitario. Este, con la habilidad de convertirse en berserk al enfadarse, perderá el control de su poder ante las putadas y malos modos del grupo de Misfits e intentará matarlos. En defensa propia, el grupo lo mata, dejándolos marginados y desocupados, sin dinero, suerte ni amor... y con unos superpoderes que les amargan y el peso de un asesinato que esconder sobre sus hombros. 


Nathan (Robert Sheehan) es un tipo hiperactivo, con déficit de atención y... sumamente hostiable. Repulsivo y desagradable, según sus propias palabras nunca ha sido capaz de hacer nada recto en su vida. Marcado por la separación de sus padres, parece intentar sobresalir con una actitud grosera y supuestamente, extrovertida. Detestado por todos, su madre termina echándolo de casa y se aloja en el centro de servicios a la comunidad. Al principio de la serie tanto su poder como su falta son desconocidos.


Kelly (Lauren Socha) es una chica barriobajera, sin el más mínimo interés o idea sobre qué hacer con su vida. Entre lo poco que cuida de su aspecto y su marcado acento que convierte sus palabras en galimatías incomprensibles, hacen que poca gente se le acerque con amabilidad. Ella es claramente consciente de ello, por lo que suele actuar con agresividad; fue condenada a los servicios a la comunidad por meterse en una pelea con una chica de su barrio. Sin embargo a lo largo de la serie se desvela como un perro ladrador y (no) poco mordedor que se preocupa por sus amigos.
Tras la tormenta eléctrica es capaz de leer mentes, lo que le permitió enterarse de los planes homicidas del agente de la condicional, así como los de su novio e incluso los de su perro.


Curtis (Nathan Stewart-Jarret) era un deportista, un atleta juvenil con una carrera brillante por venir... hasta que cayó en las drogas. De origen humilde, el mundo de la fama fue demasiado para él y terminó arrastrando a su novia a la cárcel y arruinando su prometedora carrera por consumir drogas. 
Tras la tormenta eléctrica descubrió que era capaz de hacer retroceder el tiempo... pero siempre y cuando se sintiera culpable o mal por lo sucedido, lo que lo limita mucho al no poder disponer de su poder en todo momento. 


Todos conocemos a (o somos) un Simon (Iwan Rheon). El típico chico rarito que no habla con nadie, lee comics y se pasa las horas metido en Internet. Abandonado y apartado por todos, a pesar de tener apoyo familiar, estar estudiando y ciertos ideales muy bien marcados (fruto de los comics de superhéroes), la exclusión social y el acoso de algunos de sus compañeros lo llevaron a intentar quemar la casa de uno de ellos, terminando así con el resto de Misfits. Un personaje lleno de claroscuros que parece mostrarnos a veces a un descarnado psicópata y otras a un joven asustado y muy tierno, que solo intenta vivir su vida lo mejor que puede y encontrar su lugar entre los demás. 
Recibirá la habilidad de volverse invisible, algo muy acorde con su personalidad. Sin embargo, aunque termine controlando su habilidad mejor que ninguno de sus compañeros, conforme avanza la serie irá descubriendo que ya no le hace falta desaparecer del mundo...


Alisha (Antonia Thomas) es joven, es guapa, sexy, atrevida y dispuesta vivir todo lo que pueda antes de envejecer o morir. Saltando de fiesta en fiesta, sin nada más en la cabeza (salvos chicos, muchos chicos) termina dando con sus huesos en el servicio comunitario al ser pillada robando un coche. Pero este no será el menor de sus problemas, pues recibirá el poder de poner cachondo a todo aquel que la toque. Poder que aunque puede sonar muy bien termina siendo un auténtico problema para mantener cualquier tipo de relación pues todo aquel que toque pierde toda noción de sí mismo. 


En resumidas cuentas, Misfits es una serie realmente de calidad, pero muy difícil de llevar a la pequeña pantalla por ser de todos menos políticamente correcta. Se nos plantea de forma objetiva lo más descarnado de la sociedad actual, una generación rota ... ahora con superpoderes.
L
as muertes se suceden una detrás de otra, algo natural en un barrio lleno de supertíos, no la fiesta eterna que son los comics de Marvel y DC, con tipos nucleares a la vuelta de la esquina y sin una sola baja.
Las escenas de sexo explícito llegan al punto de ser desagradables (gentileza de Nathan, por supuesto) y no hay censura verbal posible. Nos vemos envueltos en los dialectos de la sociedad más baja de la Inglaterra actual, lo que hace imprescindible que la veamos con subtítulos, a menos que tengas el oído hecho a la jerga marinera de Brocklyn. 
Además, la trama es, gracias a la ausencia total de tabúes, sencillamente trepidante. No hay buenos, ni moral alguna. Simplemente cosas que se hacen cuando todo se te escapa y no tienes control sobre nada. Decisiones malas y egoístas, reñidas con otras de una ternura impresionante, hacen que sea una serie agridulce. Aunque tenga un corte humorístico, la melancolía de la fragilidad humana está siempre presente. 


Sin lugar a dudas una serie altamente recomendable; daos prisa pues ya van por la segunda temporada, impecable como la primera, aunque se le pueden reprochar algunos fallos de guión demasiado apresurado en el capítulo final. Dos temporadas de seis capítulos de unos 45 minutos cada una, que se hacen cortos por muchos que veas. Sólo disponible en inglés con subtítulos, y de dificil traducción a otros idiomas, lo cual en cierto modo, se agradece.
Por si fuera poco, dispone de una impecable página web, que incluye juegos, tests y mucha información e imágenes interesantes: http://www.e4.com/misfits/




domingo, 26 de diciembre de 2010

Ay, omá. Vikingos de ayer y hoy presenta: Sean Bean

Sean Bean nació el 17 de abril de 1959 en Sheffield, Yorkshire en la fría tierra del rey Arturo. Tras unos comienzos humildes en una empresa de soldaduras y un supermercado se embarcó en la odisea de la interpretación en el RADA, o Royal Academy of Dramatic Art. Tras actuar durante años sobre el escenario, se inició en la gran pantalla en 1984 con la película Winter Flight. 
Desde entonces hasta ahora ha trabajo tanto para el cine, como para la televisión, incluyendo algunas apariciones en la radio. Actor maduro y de rostro atractivo pero duro, ha sabido encajar papeles desfavorecedores, de villano reprimido con neuras de superioridad o de panoli de segunda. 


Actualmente sigue trabajando a destajo con la tan esperada serie de televisión Game of Thrones, o algunas películas como Age of Heroes o Soldiers of Fortune. 


Algunas de sus películas son Ronin, El Señor de los Anillos: la Comunidad del Anillo, En Tierra de Hombres, Troya, War Requiem, Ana Karenina, La Búsqueda, The Dark, la Isla, Carretera al Infierno, Cash, entre muchas otras.


   








      
   


jueves, 23 de diciembre de 2010

Por quien tocan las campanas: la Nana de Warcry








El enemigo se ha ido

pero pronto ha de volver
cuando suenen sus tambores
de seguro moriré.



Han muerto todos los míos,
solo yo sigo en pie.
Todos eran mis amigos
pero pronto los veré.



Pues yo también estoy herido
herido de gravedad
se ve al correr mi sangre
la vida de mi escapar...



De este cuerpo malherido
que nunca dudó en arriesgar
su vida de pos de un sueño
que ya no conseguirá.




Me ataré a mi estandarte, 
fiel símbolo de mi fe
si llega antes la Muerte
que ellos me encuentren en pie.



En pie y desafiante
como yo siempre viví:
que tengan claro en sus mentes
que yo jamás de rendí.



Estoy perdiendo el sentido,
ya casi no puedo ver...
Muerte, espera un momento
que pronto han de volver.





Veo venir una dama
sonriendo hacia mi.
Si esa dama es la Muerte...
¿Quién tiene miedo a morir?



Viene cantando una nana
de mi tierra natal.
La cantaba mi madre...
nunca la podré olvidar...




miércoles, 22 de diciembre de 2010

the Walking Dead

The Walking Dead vió la luz en los EE.UU en 2003, fruto de la genialidad de Robert Kirkman y las hábiles manos de Tony Moore. Narra las desventuras de Rick Grimes, agente de policía que tras caer en coma al recibir un disparo despierta en mitad de un apocalipsis zombie. Lo que distingue a the Walking Dead del resto de morralla de zombies, es que es singularmente homocéntrica. No es un comic de zombies, es un periplo de seres humanos, de emociones, de sentimientos y recuerdos. Trata sobre la evolución de la conducta humana cuando se la expone a situaciones extremas. Y por supuesto con zombies.
Esto fue lo que en su día me llamó la atención del comic, ya seguido por ciertas malas influencias de mi entorno y que me hizo animarme a ver la adaptación televisiva y más adelante adquirir los primeros tomos. Tras convertirme en una auténtica enganchada, he engullido la primera temporada de la serie de 6 capítulos, siguiendo el formato de las series británicas. 
Al comenzar a seguir ambas historias, la del comic y la de su adaptación, me planteé el hacer una comparación de ambas. La solemne decepción de los derroteros que sigue la serie de televisión me ha animado a hacerla. No me dedicaré a contar la trama, sino a comentar las diferencias entre ambas. Incluiré gran cantidad de SPOILERS, así que no recomiendo a nadie que no haya visto la serie ni leído el primer tomo (o piense hacerlo) seguir leyendo. Además como no voy a detenerme en detalles, será complicado de seguir.


  • El inicio de la serie es peculiarmente distinto; abre con una conversación entre Rick y su compañero Shane hablando sobre la relación de este último con una chica. Una abertura lenta que no aparece incluída en el original, que termina con un aviso de tiroteo. La secuencia termina con el tiroteo en el que hieren a Rick, más elaborado que en el comic, pero ejecutado con bastante fidelidad.
  • Cuando Rick despierta en el hospital, en el comic original encuentra ropa y se adecenta antes de salir. En la serie permanece con la bata de hospital.
  • Antes de salir, en el comic, Rick tiene un encuentro con los primeros zombies dentro del propio hospital. Lo atacan y tiene que huir. En la serie encuentra una puerta atrancada con la inscripción: "NO ENTRAR. TODOS MUERTOS DENTRO". No abre la puerta, pero ve la mano de algunos zombies que intentan escapar. En el original, esta misma inscripción la encuentran a las puertas de una zona residencial.
  • En la serie, al salir Rick del hospital se encuentra con inmensas filas de cadáveres apilados en el exterior. 

  • El encuentro con Jones es prácticamente calcado. Sin embargo, aparece en la trama la madre del pequeño Duane, convertida en zombie y vagando cerca de la casa de los Jones. Cuando Rick los deja, Morgan Jones intenta acabar con ella con un rifle de francotirador, pero fracasa.
  • Cuando Rick y los Jones van a la comisaría, Rick se encuentra con un zombie. En la serie se trata de un compañero del cuerpo que había salido previamente en la escena del tiroteo. En el original, sólo es un zombie anónimo más.
  • El recorrido de Rick hasta llegar a Atlanta es también bastante fiel, salvo algunas diferencias y escenas ampliadas que difieren del original, pero que mantienen el ritmo del comic, que solo sirven para mantener el hilo televisivo.
  • Al llegar a Atlanta, Rick se encuentra con Glenn al poco de perder al caballo. Este lo atrae hasta a un callejón y huyen juntos por los tejados. En la adaptación televisiva Rick se ve obligado a esconderse debajo dentro de un tanque y Glenn contacta con él por medio de una radio (¿?). En el comic el tanque sólo se ve de lejos entre los zombies de la ciudad.

  • Aquí empieza la diferencia más abismal. En el original, Glenn y Rick vuelven con el grupo y Rick se reencuentra con su familia. En la serie la cosa se lía un poco más.
  • Una de las diferencias más palpables es la relación entre Shane y Lori. En el original se intuye una relación entre ambos. Esta es corta y pasional: en el borde de la carretera tras dar por muerto a Rick. No vuelve a pasar nada entre ambos. En la serie se ve desde el primer capítulo que tienen una relación e incluso Shane empieza a considerar al hijo de Rick y Lori como suyo. Es una situación mucho más violenta cuando llega Rick e intentan dar más morbo a la situación, terminando con una sensación de estar viendo una telenovela. Con zombies, eso sí.
  • Mientras que en la serie Rick se reencuentra con su familia casi al poco de llegar a Atlanta, en la adaptación, Glenn va a la ciudad con un grupo más amplío: Andrea y un grupo de personajes inventados. Un hombre y una mujer de color (al parecer para que haya más variedad étnica), un nazi violento (que parece ser imprescindible) y un padre de familia latino (para mayor variedad étnica). El grupo se pasa capítulo y medio intentando salir de la ciudad. 
  • En la serie el grupo se encierra en una tienda, Andrea coge un colgante para su hermana y se dan muchos momentos de charla y supuesto desarrollo de personajes. Sin embargo, cae en saco roto, creando situaciones fuera de lugar y que rompen el hilo del comic. El nazi violento, un tal Merle Dixon, agrede a T-Dog por ser negro (¿?) dejando muy claro quién es el malo y quiénes son los buenos. En el comic la magia reside en que las situaciones límites transforman a las personas, no esta clara distinción de blancos y negros (nunca mejor dicho).
  • Tras muchas penurias, un intento de atravesar las cañerías de la ciudad (un detalle al que se le podía haber sacado más juego, ya puestos a modificar la historia) y una huida en camión (¿?) hasta el campamento. La escena de Rick y Glenn cubiertos de tripas de zombies es intercalada en la huida en vez de dónde corresponde, y se ven algunas monstruosidades como zombies subiendo escaleras y cogiendo herramientas para atravesar puertas. Además dejan al inventado Merle Dyxon encadenado en una azotea. Ala, por malo.

    En la serie además el grupo es bastante distinto. Se mantienen a las hermanas Amy y Andrea, a Jim y a Dale, por supuesto a Lori, Shane y el pequeño Carl. Sin embargo, Carol no pierde a su marido, que en la serie es un borracho que la maltrata, y además pasa a ser una atractiva mujer madura a una desmejorada mujer mayor. La familia de Allen, Donna y sus gemelos desaparece para dar lugar a la familia Morales (¿?). Y aparecen los hermanos Dyxon, el nazi que dejan encadenado en Atlanta (¿?) y Daryl, más joven y menos facha pero bien armado con una ballesta (¿?).
  • La segunda incursión de Rick a Atlanta, en el original es a por armas. Va con Glenn a saquear una tienda. Es aquí cuando se untan con restos de zombies para pasar desapercibidos. En la adaptación el grupo vuelve a por Merle Dyxon y a por la bolsa de armas que pierde Rick. Junto a Glenn y Rick van Daryl y T-Dog, que se siente culpable. 
  • La secuencia de la adaptación televisiva es bastante estúpida. Van a por Merle, pero sólo queda una mano, suponiéndose que se cortó la mano y huyó. Además se da a entender que es el hijo pequeño de Rambo, pues se cauteriza la herida el mismo y huye de la ciudad sólo. 
  • Por si fuera poco, en la serie el grupo se encuentra con una banda latina que secuestra a Glenn y roba las armas. Finalmente se descubre que están cuidando de un grupo de viejos de un geriátrico (¿?). Es un capítulo bastante bizarro. 
  • En el comic original, un grupo de zombies ataca el campamento al poco de volver Rick y Glenn con las armas. Muere Amy y Jim es mordido. En la serie, los zombies atacan antes de que el grupo de Rick llegue; el marido  de Carol es brutalmente devorado (por maltratador) pero finalmente todo termina basicamente igual.


Sin embargo llegados a este punto ambas historias se desvinculan drásticamente. Se eluden cosas básicas y cruciales como el adiestramiento que hace Rick a las mujeres y al pequeño Carl para que sepan defenderse. Esto nunca sucede, y tampoco Shane llega a morir en la serie. 
Por si fuera poco, todo se convierte en una especie de parodia gigante, con una estación biológica ultra moderna que parece de un universo paralelo, que rompe por completo con el ambiente de the Walking Dead. Pasamos de la terrorífica pesadilla que es el comic, al desarrollarse todo en un ambiente real y conocido, a un encuentro en la tercera fase. Los dos últimos capítulos son de risa, los personajes son desmitificados y ni merecen la pena verlos por curiosidad. 
Se amplifican momentos estúpidos y lentos de trasfondo, que al principio de la serie son aceptables, porque no interrumpen la trama, pero terminan siendo una apología de los buenos sentimientos. Toda la serie es políticamente correcta, rompiendo con la base del comic: el fin de la Humanidad, de los principios, de lo que cada persona pensaba que era. Carl blandiendo un arma, matando a Shane, personas que ven normal la muerte y el aniquilamiento... nada de esto pervive en la serie. Los personajes son blandos, salidos de una película de Walt Disney. Lloran y honran a cada muerto que pasa, se protegen los valores, pero se ataca y se ceban con los "malos" o de moral débil. 


En resumidas cuentas, los primeros capítulos son buenos. El primero grandioso, te deja con ganas de más. El segundo te abre la curiosidad, el tercero te llama la atención. A partir del cuarto sientes como si se estuvieran quedando contigo. El quinto quieres vomitar y el sexto se te hace eterno y cuando termina, lloras. 
Sinceramente, celebro la decisión de renovar por completo la plantilla de guionistas, aunque no sé si tendré ánimos para ver la segunda temporada. Quizá lo intente, pero lo que sé que haré será atacar con ansia el comic original del grandioso Robert Kirkman.







jueves, 16 de diciembre de 2010

Por quien tocan las campanas: El Ulises de Warcry

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Partí hacia la guerra,

dejé atrás a mi mujer

Mi reino mi hijo mis tierras,
todo aquello abandoné.

Diez horribles años, entre sangre y maldad,
allí sólo tenía un sueño… regresar

Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!


Ya de vuelta a casa el cielo me castigó,
por un mal que yo no hice, ni mi mano consintió.

Si es vuestra justicia castigar el bien con mal,


no soy hombre que se rinda… ¡ni que dude al pelear…!


Espérame, pronto he de regresar…

¡Ningún Dios lo impedirá!



Pronto mi amor, estaré contigo.
Todo el dolor olvidare contigo…
Oigo tu voz cuando estoy perdido,
sé fuerte amor… volveré… ¡contigo!



Ni Dios, ni hombre, ni criatura infernal
Conseguirán que no pueda volver por fin a mi hogar

Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!

Espérame, pronto he de regresar…
¡Ningún Dios lo impedirá!







¿Qué decir salvo: orgásmico? Temo a la quietud y al envejecimiento prematuro, pero por mucho que viaje y me aleja, por favor, déjame siempre tener una Ítaka a quien regresar, aunque aún no haya secuestrado a ningún Telemaco. 




Y para terminar:


¡Ay omá¡ ¡Un adelanto de futuros capítulos de Vikingos de ayer y hoy¡