Etiquetas

domingo, 28 de noviembre de 2010

Por quién tocan las campanas: las Alas de fuego de Tierra Santa



Surcando los cielos huyó del edén
Batiendo sus alas de fuego
Burló los caminos de la tentación
Y ahora su fuego es eterno
La magia marcó su destino al volar
Y resurgió de sus cenizas
Poeta del aire con alma inmortal
Que nunca debió despegar
Y aunque la noche lo pueda atrapar
Y reine la oscuridad
Un nuevo día su vuelo traerá
Y el fuego de nuevo arderá
Subiendo a lo alto su llama encendió
Robando la furia del viento
Buscó la semilla de la tempestad
Y de su fuerza él fue dueño
Su llama brilló más allá de la tierra
Y el cielo se unió con su fuego
La magia burló su anhelada virtud
Que nunca se pudo alcanzar
Y aunque la noche lo pueda atrapar
Y reine la oscuridad
Un nuevo día su vuelo traerá
Y el fuego de nuevo arderá
Alas de fuego
De tus cenizas resurgirás
Arriba en el cielo
Vuela tu llama inmortal
Alas de fuego
Dueño del viento y la tempestad
Y aunque la noche te atrape
Tu fuego siempre arderá





¿Cómo cojones puedes hacerte adicto a los mismos ritmos repetitivos con las mismas ideas plasmadas una y otra vez sobre un lienzo? Bueno, un lienzo de fuego para que sea más épico.
Cada época de mi vida tiene una banda sonora. Tierra Santa, o mejor dicho, su disco las 1001 Noches, es mi preadolescencia, la época en la que empecé a escribir, tomando nota (de fuego en el horizonte de sangre) de su capacidad narrativa.

Si es que, la música a veces es lo puto mejor. Sobre todo si es con fuego en el horizonte del destino de la sangre.



martes, 16 de noviembre de 2010

Webcomic - The Order of the Stick

Un buen webcomic que se precie, tiene que tener ciertas características desde mi punto de vista:
  1. Precisión. Lo más importante; un webcomic para que sea funcional y no se atranque debe ser conciso. Cada página debe corresponder a una tira (o tiras depende de la estructura) individual. Aunque siga una historia o una saga, cada página debe ser independiente para no tener la impresión de leer atrancados, paso a paso.
  2. Dinamismo. Sean tiras independientes o una página de una trama más larga, el contenido debe ser dinámico y no repetitivo; debe aportar algo: una broma, avance en la historia o publicidad encubierta. Pero debe incluir algo novedoso y que permita continuar con el webcomic.
  3. Gráficos. No tiene porque ser un Frank Miller, pero un dibujo desagradable o poco definido puede echar para atrás.
  4. Puntualidad. Imprescindible para no perder adeptos.

En la red existen millones de webcomics y aunque he leído muchos, pocos son los que sigo y espero con interés cada nueva entrega. Mi preferido sin lugar a dudas es The Order of the Stick.

The Order of the Stick (La Orden del Palo en español) narra en clave de humor las aventuras de un grupo de aventureros ambientados en el universo de Dungeons & Dragons desde el punto de vista de una partida de rol. O muchas partidas dentro de una gran y sorprendente campaña.
Pero, ¿qué es lo que hace sorprendente y único a The Order of the Stick? Pues que reúne todas las características necesarias para que funcione un webcomic. Y para que funcione una novela épica. O una aventura de rol. O una película.

The Order of the Stick se basa en un concepto muy atractivo. Aunque comienza como una misión aleatoria de un grupo de aventureros en una mazmorra, pronto se va dibujando toda una historia mítica. Se desvela al antagonista y se le da un trasfondo, surge el trasfondo de los protagonistas, que da lugar a otras historias, e incluso personajes secundarios dan a la historia un dinamismo épico al más puro estilo de George R. Martin. Y todo ello con una habilidad narrativa que consigue que cada tira comprenda un único concepto que se enlaza con los anteriores y los siguientes perpetuando la historia.
Otro elemento que hace entretenida la narración son las referencias roleras. Aunque todo está narrado con un corte novelístico, encontramos algunas páginas que giran alrededor de la subida de nivel de los personajes, la elección de habilidades y clases de prestigio y otros ejemplos como compra de equipo. Algún otro ejemplo mítico que se puede señalar es una página en la que se critica la poca coherencia narrativa de algunos encuentros aleatorios en las partidas en las que salen bichos mutantes de debajo de las piedras, o una saga en la que tras la muerte de un personaje, los compañeros se afanan en conseguir una pocima que lo resucite.
Y si, he dicho saga. Porque The Order of the Stick ya se puede clasificar por sagas, capítulos o temporadas. Las vueltas de tuerca de la trama han dado para muchísimo, y por donde van, parecen tener para muchísimo más. Y todo esto, con un humor fresco e inteligente (o a veces no tanto) que convive con descuartizamientos, muertes trágicas incluso de personajes clave (no solo secundarios del montón para dar lastima) y batallas que harían llorar al Abismo de Helm de Peter Jackson.

Ya hemos visto que The Order of the Stick es preciso y dinámico, pero ¿y los gráficos? Este es otro aspecto destacable, pero no por el preciosismo de los paisajes o el detalle de los personajes. Destaca porque han construido una saga épica (si, hoy todo me parece épico) con dibujos vectoriales. Con dibujos de palote, monigotes, una o con un palito. Y sin embargo cada personaje es único, cada personaje muestra su propia personalidad y acción en su físico. Se ha logrado crear una profundidad absoluta de la característica sobresaliente de cada personaje con muñecos de palo. Con dos cojones. O con dos círculos.

Y en cuanto a la puntualidad, no tiene una fecha de entrega establecida y en ocasiones parecen pasar meses entre una página y otra. Pero el resto de características nos atrapan de una manera tal, que ya no hay cojones de dejar de entrar diariamente para ver si han subido algo nuevo.
Además, aunque el original está íntegro en el idioma de Ronald McDonald, ya se están produciendo algunas traducciones al español. De todos modos, aunque el inglés no sea vuestro punto fuerte recomiendo encarecidamente seguir el original, que mantiene los mejores giros cómicos y contiene toda la historia.

Podría comentar también algunos personajes: los protagonistas, con el mediano sociópata de Belkar, o el ambiguo mago elfo Varsavius; o a los antagonistas, que no son malvados, sino enemigos (si no, esperad a ver la revuelta por los derechos de los goblins, explotados por los Señores del Mal por Siglos), o algunos de los secundarios (o incluso terciarios) más jugosos, que darían para hacer una serie solo con ellos. Sin embargo, creo que será mejor que lo comprobéis por vosotros mismos, y entréis sin falta al archivo del conocimiento, de la sabiduría y del placer por el placer, de The Order of the Stick:

http://www.giantitp.com/comics/oots.html





lunes, 1 de noviembre de 2010

Steve Thomas: Reinventando lo inventado (II)

Un poco más del arte de Steve Thomas.


Dibujos e Ilustraciones indenpendientes


   




   














































   





Logos