Etiquetas

jueves, 30 de septiembre de 2010

Poesía Bastarda I: Ventana

Siguiendo el pacto hecho a Rafagast, dueño de la Caverna, procedo a publicar uno de mis Versos Bastardos. La poesía bastarda se basa en la reflexión de ideas y su plasmación con palabras aunque no sigan una rima o tono previamente establecido. 

Ventana es uno de mis bastardos favoritos aunque se centre en el trillado tema de lo que alguien llamó alguna vez amor. Personalmente no creo en la existencia de semejante constructo social, pero si creo en la atracción, en el cariño y en la desesperante obsesión amorosa que parece asentarse en todos en ciertas ocasiones, como resultado de la aparente necesidad de tener un amor platónico para sentirnos realizados en la sociedad actual. Y por supuesto creo que los "amores" (o como demonios quieras llamarlos) imposibles e irrealizables son el más poderoso abono para la poesía, la música y el arte en general. Así es como nació Ventana, aprovechándose de uno de esos momentos de debilidad de la carne y del miedo a la soledad. Porque las mejores ensoñaciones amorosas son las imposibles de cumplir, que nunca se cumplieron y nunca se cumplirán: 


Me asomo por la ventana.
No sé que es lo que espero de la mañana,
pero tu no estas en ella,
y mi mente te extraña.

Camino, perdida en pensamientos lejanos.
Y entonces lo veo,
aquel lugar donde te ví,
aquel lugar donde te despedí.

Sigo mi camino, pero ya no puedo olvidarte.
Allí te ví, aquí nos vimos,
allá te busqué, aquí me encontraste.

Pero tu ya no estás,
y por mucho que vuelva atrás la mirada,
por mucho que te adivine al pasar,
tu ya no volverás.

Hace tiempo que me di cuenta,
que la mayor parte de mis recuerdos contigo
son irreales, son sueños perdidos.
Pues tú nunca me miraste,
como yo ahora te miro.

Así que por mucho que busque,
por mucho que te mire
reflejado en imagenes de un tiempo en el que no estuve
ni estaré.
Por mucho que te llame en la noche,
aunque te busque donde debiste estar,
en los rostros junto a los que te vi,
nunca volverás.
Porque nunca estuviste,
ni yo nunca te tuve,
ni tendré jamás.

Me asomo por la ventana.
No sé que espero de la mañana,
pero tu no estás en ella,
ni lo estuviste,
ni estarás jamás.

3 comentarios:

  1. Anarquia lírica, ¡todo un estilo!.

    ResponderEliminar
  2. ¿No crees en el amor? Aunque suene cursi me resultaria imposible decir yo mismo eso dada mi situación, estando enamorado le resulta a uno tan imposible negar la existencia del amor como al mismo Luficer le resultaria imposible negar la existencia de Dios. Claro que el ateo no es aquel que no cree en Dios, sino que cree que no existe.

    ResponderEliminar
  3. El amor es una reacción orgánica convertida en mito por el hombre. Pero creo que si que existe un sentimiento similar al que se suele describir como amor, y ese es el cariño que solo la vida y el afecto dan.

    ResponderEliminar