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domingo, 28 de noviembre de 2010

Por quién tocan las campanas: las Alas de fuego de Tierra Santa



Surcando los cielos huyó del edén
Batiendo sus alas de fuego
Burló los caminos de la tentación
Y ahora su fuego es eterno
La magia marcó su destino al volar
Y resurgió de sus cenizas
Poeta del aire con alma inmortal
Que nunca debió despegar
Y aunque la noche lo pueda atrapar
Y reine la oscuridad
Un nuevo día su vuelo traerá
Y el fuego de nuevo arderá
Subiendo a lo alto su llama encendió
Robando la furia del viento
Buscó la semilla de la tempestad
Y de su fuerza él fue dueño
Su llama brilló más allá de la tierra
Y el cielo se unió con su fuego
La magia burló su anhelada virtud
Que nunca se pudo alcanzar
Y aunque la noche lo pueda atrapar
Y reine la oscuridad
Un nuevo día su vuelo traerá
Y el fuego de nuevo arderá
Alas de fuego
De tus cenizas resurgirás
Arriba en el cielo
Vuela tu llama inmortal
Alas de fuego
Dueño del viento y la tempestad
Y aunque la noche te atrape
Tu fuego siempre arderá





¿Cómo cojones puedes hacerte adicto a los mismos ritmos repetitivos con las mismas ideas plasmadas una y otra vez sobre un lienzo? Bueno, un lienzo de fuego para que sea más épico.
Cada época de mi vida tiene una banda sonora. Tierra Santa, o mejor dicho, su disco las 1001 Noches, es mi preadolescencia, la época en la que empecé a escribir, tomando nota (de fuego en el horizonte de sangre) de su capacidad narrativa.

Si es que, la música a veces es lo puto mejor. Sobre todo si es con fuego en el horizonte del destino de la sangre.



1 comentario:

  1. Pues eso, que nunca se apague la llama.
    ¡Tienes razón, ese tipo es igualito igualito a tu amigo Angel!.

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